Con motivo de la celebración del Foro Internacional del CIBERSAM de Investigación en Psiquiatría, que este año se realizó en formato virtual entre el 17 y 19 de noviembre, el primer día del Foro se llevó a cabo la Mesa Redonda de Jóvenes Investigadores en CBERSAM protagonizada por Gisela Mezquida, Ana Izquierdo y Marta Casquero.
Para participar en esta sesión todos los jóvenes investigadores pertenecientes a CIBERSAM son invitados a enviar un resumen de un trabajo realizado por ellos. Tras recibir todos los trabajos, un comité evaluador valora, además de la calidad científica, aspectos como el carácter innovador y colaborativo del trabajo, así como traslacionalidad.
Este año, como novedad, la temática del Foro se abrió a todos los trastornos mentales, sin focalizarse exclusivamente en la esquizofrenia, patología que había centralizado la temática del Foro en ediciones previas.
La primera de las ponentes elegidas fue Gisela Mezquida, psicóloga del CIBERSAM, perteneciente al grupo coordinado por Miquel Bernardo en el Hospital Clínic de Barcelona.
En su ponencia titulada “BDNF y NGF: biomarcadores diferenciales de los dominios clínicos en primeros episodios psicóticos y su papel en la prevención de recaídas” se plantea la necesidad del estudio de marcadores biológicos como posibles predictores de un segundo episodio psicótico o bien como biomarcadores de rasgo de la esquizofrenia. Los resultados no sustentan el papel del BDNF y NGF como marcadores de un segundo episodio de esquizofrenia, pero sí se remarca su potencial papel como marcadores de severidad clínica.
'Disponer de biomarcadores validados y de fácil acceso supone una necesidad en la práctica clínica diaria en los trastornos psicóticos y, en especial, en sus fases más tempranas. La identificación de estos biomarcadores podría mejorar el diagnóstico, el pronóstico y las estrategias de tratamiento', segun aseguró la Dr. Mezquida.
La segunda integrante de la mesa fue Ana Izquierdo, psicóloga predoctoral adscrita al grupo dirigido por . José Luis Ayuso en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM)
En la ponencia “La interacción entre problemas de funcionamiento y síntomas en primeros episodios psicóticos: Un enfoque desde el análisis de redes”, Izquierdo expuso que los síntomas psicóticos han sido relacionados con amplias y diversas dificultades en el funcionamiento. El objetivo de su estudio fue evaluar cómo diferentes síntomas clínicos estaban relacionados con áreas específicas del funcionamiento (por ejemplo: el autocuidado, las relaciones sociales o las actividades de la vida diaria) en pacientes con primer episodio psicótico. Para ello, se utilizó una técnica conocida como análisis de redes, que permite conocer la relación entre dos variables después de controlar la influencia del resto de variables de la red.
La ponente explicó que los resultados permitieron no sólo identificar qué variables tenían un rol más importante en el mantenimiento de esa red, sino también qué sintomatología tenía un impacto directo en el funcionamiento de los pacientes, actuando como puentes en la relación entre el funcionamiento y el resto de los síntomas. “Estos hallazgos podrían tener implicaciones clínicas en la medida que nos ayudan a identificar áreas prioritarias en la evaluación y el tratamiento de pacientes con un primer episodio psicótico” comentó Ana Izquierdo.
La tercera ponente fue Marta Casquero, biológa e investigadora predoctoral adscrita al grupo liderado por Manuel Desco del Hospital Gregorio Maraón.
“En la Mesa de Jóvenes Investigadores del IX Foro Internacional CIBERSAM- comenta la ponente- se presentaron parte de los resultados de la línea de investigación en Neuroimagen molecular preclínica en estimulación cerebral profunda (DBS), que llevamos a cabo en el grupo”. La DBS consiste en la estimulación eléctrica de núcleos cerebrales profundos, mediante electrodos implantados en la estructura diana, para reducir o paliar los síntomas de diversas patologías neuropsiquiátricas. Sin embargo, su mecanismo de acción se desconoce. Por ello, el objetivo principal del trabajo que se expuso se centraba en el estudio de los efectos que inducen tanto la lesión producida por la presencia de los electrodos, como distintos protocolos de DBS, en modelos animales sanos y de obesidad, sobre la actividad metabólica cerebral mediante técnicas de neuroimagen, concretamente, obtenidas mediante PET (Tomografía por Emisión de Positrones) in vivo.
Como resultado, Casquero describe que la mera presencia de los electrodos no solo modula la actividad de regiones conectadas con la estructura diana en animales sanos, sino que ralentiza la ganancia de peso e induce una mejoría en memoria a largo plazo en dos modelos de obesidad, respectivamente. Además, la joven investigadora describió los efectos sobre la actividad cerebral de un protocolo de DBS agudo, uno crónico e intermitente, y uno crónico y continuo, en distintas dianas de estimulación. Explicó que se obsevaron claras diferencias en función de la estructura diana, incluso a pesar de participar funcionalmente en los mismos circuitos neurales, y del modelo animal de obesidad utilizado. “Por ello, nuestros resultados evidencian la necesidad de entender las consecuencias funcionales de la DBS para personalizar el tratamiento de acuerdo a la condición fisiopatológica de cada paciente” comenta Casquero.