La Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU) presentó el día 13 de mayo su informe sobre sobre los efectos de la pandemia por el COVID-19 en la salud mental. En él cita en su análisis del estado de la cuestión dos trabajos publicados por grupos del CIBERSAM.
En el documento, la ONU advierte de un “aumento masivo” de las enfermedades mentales por la pandemia y anima a los países a incrementar su inversión en salud mental. Igualmente, se recuerda que los servicios de salud mental deben ser una parte esencial de todas las respuestas gubernamentales al COVID-19, y deben ampliarse y financiarse en su totalidad. Asimismo, hace un revisión sobre el impacto de la pandemia en la salud mental de la población, de los trabajadores sanitarios y de las personas mas vulnerables. Tambien se revisa el impacto que ha tenido en la organizacion de la asistencia en salud mental en los países mas afectados y se mencionan las consecuencias que a medio y largo plazo puede tener la pandemia sobre la salud mental.
Respecto a los trabajos del CIBERSAM a los que hace referencia, el primero es de Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Gregorio Marañon y en él se describen las actuaciones desarrolladas para reorganizar la asistencia psiquiátrica en Madrid ante la pandemia. El segundo de los trabajos citados es el llevado a cabo por Laura Rico-Uribe, investigadora postdoctoral del CIBERSAM que trabaja en en el grupo de la Universidad Autonoma de Madrid que dirige José Luis Ayuso Mateos, en torno a la relación entre soledad y mortalidad .
El documento de la ONU insta a que se priorice la investigación de los aspectos relativos a la salud mental en su relación con la epidemia del COVID y se recuerda la necesidad de evaluar adecuadamente los programas de actuación establecidos en este ámbito.
El documento de las Naciones Unidas se puede consultar en: ccomsuam.org